Si hay una provincia que en verano lo tiene todo, es Río Negro. Desde playas infinitas sobre el Atlántico hasta bosques patagónicos, lagos turquesa, trenes históricos y valles llenos de sabores locales. Un solo destino, cuatro formas de vivir el verano.
Costa Atlántica: playas amplias, mar cálido y pueblos con onda
La costa rionegrina sorprende por su diversidad.
Las Grutas es el clásico que nunca falla: mar más cálido que en otras playas del sur, noches movidas y excursiones para todos los gustos: avistaje de fauna marina, buceo y hasta escapadas a las Salinas del Gualicho, uno de esos paisajes que parecen de película.
Un poco más al sur, Playas Doradas deslumbra con sus arenas brillantes (sí, literalmente doradas). Ideal para quienes buscan tranquilidad + deportes como kitesurf o sandboard y largas caminatas junto al mar.
Y si lo tuyo es desconectar, El Cóndor y el Camino de la Costa son la joya escondida: playas vírgenes, acantilados, loberías, faros y caminos de ripio que parecen llevarte a otra época. Es el lugar para bajar un cambio.
Región Cordillera: Bariloche y El Bolsón, pero en versión verano
Sí, Bariloche en invierno es nieve.
Pero en verano es bosques, lagos brillantes y senderos infinitos.
Caminatas a refugios, navegación por el Nahuel Huapi y la gastronomía patagónica (con chocolate incluido, obvio). Todo eso con días largos y atardeceres épicos.
Más al sur, El Bolsón vuelve a brillar este año con la reapertura del Área Natural Protegida Río Azul – Lago Escondido, un paraíso para los que aman caminar, hacer rafting, canopy, parapente o simplemente respirar hondo y contemplar.

Estepa: silencio, rutas largas y trenes que cuentan historias
La Estepa rionegrina es para quienes buscan otra velocidad.
Acá aparece uno de los grandes íconos de la región: el Tren Patagónico, que une Viedma con Bariloche atravesando paisajes inmensos.
En verano también vuelve La Trochita, el histórico tren a vapor que recorre la estepa como si el tiempo se hubiera detenido.

Valles: sabores, bodegas y tierra fértil
En los valles del río Negro, el verano huele a fruta madura.
Acá se recorren bodegas, chacras, caminos rurales y lagos tranquilos como el Pellegrini. Es la parte de la provincia para comer rico, probar vinos y frenar un poco el ritmo.

Río Negro en una frase:
Un verano, cuatro paisajes.
Playa, montaña, estepa y valles.
Todo cerca, todo distinto, todo memorable.
Más información:
👉 www.turismo.rionegro.gov.ar
👉 @rionegroturismo



