CURAZAO – LA ISLA DE LAS FANTASIAS

Cas Abao

Porto Marie

A la sombra en Cas Abao

Puna Patrimonio de la Humanidad

Playa Lagun – Desde el acantilado

Rip Fort Un fuerte reconvertido en Shopping

Puente «movil»

Una hermosa postal de Cas Abao

A curazao llegue impulsado por la curiosidad. Las llamadas Antillas Holandesas son tres. Bonaire famosa por ser una de las mecas del buceo mundial, Aruba reconocida por sus playas y negocios de primer nivel en el Caribe y Curazao, siempre relegada de los circuitos turísticos tradicionales (aunque es un puerto muy activo para los cruceros que recorren el Caribe) como si no tuviera demasiado que ofrecer y eso creo tiene una explicación en el hecho que de las tres islas es quizás la que menos “depende” del turismo aunque también es su primer “motor”.

En un anterior viaje a Aruba el avión hizo escala en Curazao (muy común en esa ruta) y entonces me hice la pregunta que lo cambia todo ¿Por qué no?. Un tiempo después aterrizamos en Curazao para descubrirla y responder a esa pregunta que había quedado flotando.
Es importante destacar antes que nada que las Antillas Holandesas (antes fueron colonias y hoy tiene cada una de ellas una forma particular de relacionarse con Holanda y con su propio gobierno) están a solo 20 minutos de vuelo promedio desde Caracas, Venezuela y se desparraman debajo de lo que se denomina en ingles el “Hurricane Belt” o “cinturón de huracanes, una línea imaginaria que las pone en una zona donde no son afectadas por lo huracanes tan frecuentes en el resto del mar Caribe lo que las hace accesibles y aprovechables durante todo el año. Curazao es la mayor de las islas en extensión, en población y también en actividad comercial. Di bien el turismo es la base de su actividad comercial (hay un canal en la tv que informa las llegadas y partidas de todos los cruceros y aviones minuto a minuto), tiene una actividad empresarial/comercial propia que no se ve en Aruba y mucho menos en Bonaire.
Al ser Curazao una isla “grande” y contar con una infraestructura bastante aceptables es muy recomendable, casi diría imprescindible, si se quieren conocer los mejores lugares, disfrutar de un mar apasionante y recorrer las playas más bonitas, alquilar un auto. Los costos son muy razonables, parecidos a los del alquiler de autos en La Florida. La conducción es muy simple y segura. Hay una ruta que hace las veces de “troncal” recorriendo la isla de punta a punta y permite cruzarla en una hora y media aproximadamente. A diferencia de Aruba donde Eagle Beach y Palm Beach son las mas lindas, concurridas y las que tienen y soportan la infraestructura hotelera y de servicios en Curazao, si bien hay playas bonitas en Willemstad (ciudad Capital), sin dudas las mejores y más atractivas están en las afueras, generalmente en sectores con casi ningún servicio de hotelería en los alrededores lo que las hace relativamente tranquilas y las mantiene bastante conservadas. A no equivocarse que el hecho de que las mejores playas sean espacios públicos protegidos concesionados no significa que estén desprovistos de infraestructura, de hecho los servicios sanitarios, gastronómicos, de servicios, estacionamiento y seguridad son excelentes. Solo que protegen inteligentemente al recurso natural (playa, mar, fauna, flora) del asedio constante del desarrollo desmedido.
Una buena opción para alejarse de los grandes hoteles, sobre todo si uno va en familia o en grupo es alquilar un departamento o una casa, hay mucha oferta disponible porque es una de las formas que la gente más elige. Esa opción te permite tener flexibilidad en los horarios, comodidad en los espacios y ahorrar mucho dinero. En nuestro caso tuvimos que analizar montones de propuestas y finalmente elegimos quedarnos en The Beach House Curacao www.beachhousecuracao.com un modernísimo complejo de apartamentos, recién terminado, con piscina y sobre la playa del Seaquarium. La calidad del servicio, la construcción, equipamiento y decoración junto con la ubicación la convierten en una gran opción. Desde la playa que teníamos al frente y hacia la izquierda se suceden una serie de bonitos y brillantes bares de playa y detrás de ellos hoteles de todo tamaño. Un poco mas allá y siempre hacia la izquierda, camino al acuario, está el nuevísimo mall Curacao Beach Boulevard con varios restaurantes, negocios y un bar como Las Vegas 360 donde tomar algo por la noche escuchando el mar. La playa de The Beach House y toda la que llega al acuario está protegida por una barrera coralina artificial que le da un carácter calmado al mar. La arena está llena de reposeras y camastros de los diferentes bares y hoteles aunque nunca hay demasiada gente (excepto cuando llega algún crucero que deposita sus pasajeros ahí. Al oeste de la isla y del lado que enfrenta a Sudamérica vamos a encontrar las mejores playas beneficiadas por la ubicación geográfica donde la ubicación del continente parece protegerlas de corrientes y vientos fuertes (aunque no se vea la costa por supuesto)  
Salimos entonces a recorrer. La premisa era tomar la ruta Westpunt que lleva al extreme oeste de la isla, precisamente Westpunt. En camino cruzamos por el centro de Willemstad, Punda y Otrobanda , las zonas más antigua (Punda) y nueva (Otrobanda data de 1707) fuente de las clásicas y reconocidas fotos de las multicolores casas holandesas. EL centro es pequeño pero muy pintoresco, si bien la isla es puerto libre de impuestos no es un lugar barato para hacer compras, excepto en algunos negocios de ropa puntuales. Recorrer Punda caminando por las calles que están encerradas entre el mar Caribe y la St Anna Bay es una experiencia en si misma, precisamente del lado de la pequeña bahía que separa en dos la ciudad está el puente flotante que hasta hace muy pocos años era el único vinculo cercano con el “otro lado” este puente tiene la particularidad de que cuando algún barco necesita pasar uno de sus lados tiene un motor que luego de soltarlo de la costa lo impulsa hasta el otro lado para dejarlo paralelo a la ciudad y permitir el paso de las naves. Mientras eso sucede hay un servicio gratuito de ferry que hace que no se pierda tiempo. Ya en Otrobanda recomiendo conocer el centro comercial Reinassance. Este mal a cielo abierto es parte del hotel del mismo nombre y está repleto de excelentes negocios (incluido Starbucks) y se une al fondo y sobre la costa con el Rif Fort que alguna vez protegió el ingreso a la bahía. Este fuerte hoy se ha convertido en un hermoso y moderno centro comercial y gastronómico. Para no perdérselo.
 De camino a las playas es inevitable cruzar el puente Reina Juliana que con casi 60 metros de altura es uno de los más altos del mundo y ofrece una vista realmente distinta de la ciudad vieja, el puerto y sus alrededores.
 Bienvenidos a Porto Marie. Esta sería la primer playa que recomiendo conocer, por cercanía y belleza. A unos 15 minutos en auto, siempre por la ruta a Westpunt cuando se llega al desvió hacia Sint Willimbruds se dobla a la izquierda para llegar finalmente a destino. Después de dejar el auto en el estacionamiento se accede caminando a la playa, pasando por el bar (una estructura de madera, muy amplia y bonita, rodeada de plantas enormes y sin paredes que es un lugar perfecto para tomar algo mirando uno de los mares más hermosos que he visto). EL bar es un verdadero oasis para todos y tiene una muy variada oferta de comidas y bebidas (a no perderse el smoothie de frutilla). Bajando un poco más la mirada queda hipnotizada por los intensos colores turquesas, celestes y azules del mar y la arena infinitamente blanca que separa  el agua de las palmeras y el verde frondoso que hay detrás. Como en toda la isla las playas son blanquísimas y con pequeños corales que especialmente en la zona de rompiente y hasta un metro más adentro hacen que para alguna gente sea “incomodo” entrar al agua, sin embargo esa característica hace de las aguas de Curazao unas de las más transparentes que he conocido, permitiendo que simplemente nadando a 30 o 40 metros de la costa con 15 o 20 metros de profundidad se vea el fondo como si se tratara de un vidrio impoluto. Porto Marie es relativamente pequeña y se asoma entre dos pequeños cerros. Directamente en el ingreso hay un pequeño muelle de madera con una escalera que enfocado al maravilloso mar que la rodea es el escenario perfecto para tomar fotos inolvidables. En la primera parte de la playa hay sombrillas de hojas de palmera y reposeras, que por supuesto se alquilan. Es posible alquilar una o dos sin importar el número que seamos como para dejar las cosas a la sombra y lejos de la arena. En cuanto a snorkel, una de las actividades más entretenidas que se pueden hacer una vez en el agua, es bastante bueno, hay mucha fauna y se pueden ver cientos o miles de peces de las más variadas especies. Sin lugar a dudas Porto Marie es uno de las mejores playas de Curazao.
Cas Abao es la segunda, en un estricto orden antojadizo. También una de las más bonitas aunque a decir verdad todas las playas de Curazao me parecieron de muy buenas para arriba. Esta playa está un poco más adelante que Porto Marie y tiene, al igual que ella, muy buenos servicios. Hay bar/restaurante, centro de buceo, vestuarios, baños completos, pequeños kioscos de masajes y las infaltables reposeras de alquiler. El ingreso es pago también.
El paisaje es hermoso, el agua extremadamente transparente y una invitación continua a sumergirse y nadar en ese paraíso cristalino. Las palmeras bordean el agua y le dan un muy buen marco a la playa. Para conocer más de Cas Abao www.casabaobeach.com

Kenepa Beach se destaca por estar un poco apartada del circuito tradicional de playas y ser visitada sobre todo por gente local en vacaciones y fines de semana. Aquí la infraestructura es mucho más reducida, limitada a un bar bastante rustico y un pequeño baño, sin embargo la playa tiene palapas y un buen estacionamiento. El mar es un poco más fuerte en la zona de la rompiente y la playa esta “encajonada” entre dos pequeños acantilados lo que permite hacer un buen snorkel sin alejarse demasiado de la costa.
Eligiendo entre las muchísimas opciones de playas disponibles (Boca Santa Cruz, Caracasbaai, Jan Thiel, Jeremi, Kokomo hasta incluso la pequeñísima isla de Klein) optamos por hacer caso a una recomendación. Una playa que nos prometía menos gente y mas naturaleza, allá fuimos entonces a la conquista de Daibooibaai. Esta bastante alejada de la ruta principal y por un camino serpenteante por el campo se llega a destino. Es una playa bastante abierta con un poco mas de corales en la arena que las otras, palmeras separando la frondosa vegetación del fondo de la arena y un pequeño bar un tanto descuidado con servicios de baño y alquiler de reposeras. Hay esparcidos por el lugar algunos gazebos que son de uso libre y en el lado derecho de la playa hay una pequeña caleta de pescadores, precisamente desde allí se puede hacer un muy buen snorkel recorriendo la pared que enmarca toda la entrada del mar.
Por último y para cerrar la experiencia de recorrer Curazao nos pusimos en camino a la Playa Lagun. Esta hermosa entrada de mar es una de las pocas con alojamiento, bares y negocios alrededor debido a que Lagun es un pequeño pueblo  también. La playa es publica por lo tanto no tiene costo estacionar ni acceder además de que esta sobre la calle misma. Es una playa bastante angosta encajonada entre altas paredes de piedra que por esa misma característica el mar allí tiene una transparencia especial. Aquí se pueden ver tortugas, peces león, peces loro y muchísimas variedades más de peces y corales. Sobre los bordes de las paredes de piedra hay algunas cabañas de alquiler y sobre la del lado derecho además de las cabañas esta el Bahia Beach Bar a donde se llega subiendo una empinada escalera desde la arena para tomar un buen trago mientras cae el sol y se disfruta de una vista única.

Hay muchísimo más para ver, descubrir y experimentar en Curazao, una isla atractiva y acogedora como pocas,  tanto nos hizo prometer secretamente que volveríamos.
Te cuento del viaje. @marcelolopezcba. argentina

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